El Athletic Club cayó derrotado por 0-3 ante el Werder Bremen en la última jornada de la liguilla de la Europa League ante un buen Werder Bremen, que aprovechó su poderío físico y su buena disposición sobre el terreno de juego para cerrar el partido en un primer tiempo muy efectivo.
Con los dos equipos ya clasificados para dieciseisavos, la única duda era la de ver a qué bombo iba cada conjunto en el sorteo del viernes, y esa duda quedó resuelta en la primera parte, en la que el equipo germano, bien ordenado en el campo, mató el choque para el minuto 36 de la primera parte con dos goles de estrategia y otro a la contra.
El frío reinante en la noche bilbaína heló a un joven Athletic que presentó sobre el verde de San Mamés un once inicial que no llegaba a los 23 años de media, en el que destacaba el debutante Aurtenetxe, de 17 años, en el lateral zurdo, e Iker Muniain, que una vez fue el más incisivo del Athletic, y el blanco de las faltas germanas.
Para el minuto 12, Pizarro anotó el primero tras rematar de cabeza un buen centro desde la izquierda de Rosenberg. Poco después, el central Naldo hizo el segundo tras peinar una faltada botada desde el lado derecho, y Rosenberg cerró la cuenta al aprovechar un balón dividido en una contra.
Por su parte, el Athletic intentaba tocar por abajo para superar el mediocentro rival, en donde Frings comandaba la medular, y la altura alemana imposibilitaba el juego aéreo. En la reanudación, y con Caparrós pensando más en el choque del sábado ante Osasuna, los rojiblancos salieron más enchufados gracias a la aparición de Muniain en la mediapunta del 4-2-3-1 en el convirtió el utrerano a su equipo.
El joven navarro se alió con Susaeta para meterle otra marcha al partido y darle más ritmo y mordiente al juego del Athletic pero el conjunto alemán no bajó ni un ápice su intensidad defensiva pese a la superioridad en el marcador. Además, Rosenberg esperaba junto a Almeida en la otra parte del campo con el gatillo preparado para aumentar su cuenta goleadora.
Con el partido ya decidido, el otro aliciente de la noche para los aficionados rojiblancos era el posible debut de Jonás Ramalho en la primera plantilla del Athletic a sus dieciséis años, pero Caparrós decidió que, tal y como estaba el choque, no era el mejor partido para el estreno del cachorro
Wednesday, December 16, 2009
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